jueves, 18 de enero de 2018

¿LA INEVITABLE VERDAD?






Pasa el tiempo, los meses, las semanas, los días y las horas se ven lentamente comprometidas en las gigantescas e inevitables fauces de un temido monstruo llamado cotidianidad. Monstruo que en mis días de antaño pasaba totalmente desapercibido en mi mente, el hecho de sumergirse en aventuras imaginarias, en tardes de insaciables juegos callejeros y las nuevas experiencias que una niña protagoniza, cierra el paso a cualquier intruso que quiera perturbar su extraordinaria vida.


¡PERO! simplemente el tiempo no para y los momentos inusuales, las risas infinitas, las tardes de juegos desaparecen casi que imperceptiblemente y se ven sustituidas por lo  que dicta la ley de la vida. Por la inevitable y a veces nostálgica ley de vida que es crecer. Creces y el sistema te obliga a encajar como una pieza más de su caos totalmente ordenado. Así que te despiertas creyendo que trabajas para ti, para salir adelante y poder ser alguien y es así, así te lo hacen ver y no tienes otro remedio más que continuar con el motor de ilusiones que rige tu vida mediante simple hecho de no ser consciente que estás inmerso hasta el cuello en la cotidianidad.